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Tratamiento Quirúrgico

El tratamiento quirúrgico de la obesidad

Un enfoque serio para un problema serio. El tratamiento quirúrgico de la obesidad es una cirugía mayor. Su práctica es cada vez más frecuente para tratar la obesidad mórbida.

El incremento de intervenciones de cirugía bariátrica es el resultado de tres factores:

  • Nuestro conocimiento actual de los riesgos significativos que representa la obesidad mórbida para la salud;
  • El grado relativamente bajo de riesgos y complicaciones de los procedimientos, comparado con el hecho de no realizar la cirugía.
  • La ineficacia de los métodos no quirúrgicos actualmente utilizados para lograr una reducción de peso sostenida.

Ante todo, la cirugía se debe considerar como un método destinado a aliviar una enfermedad que debilita a quien la sufre. En la mayoría de los casos, el requisito mínimo para ser tenido en cuenta como candidato para el procedimiento es estar 45kg por encima del peso corporal ideal o tener un índice de Masa Corporal (IMC) de 40 o superior.

Ocasionalmente, se considerará practicar el procedimiento a alguien con un IMC de 35 o más alto, si el médico del paciente determina que las condiciones de salud relacionadas con la obesidad han indicado la necesidad médica de reducir peso y si, en concepto del dolor, la cirugía parece ser la única manera de lograrlo.

En muchos casos, a los pacientes se les exige, antes de aprobar la cirugía, que demuestren que han sido ineficaces sus esfuerzos por perder peso mediante dietas. Más importante, sin embargo, es el compromiso del paciente con el cuidado continuo que se requiere a largo plazo. La mayoría de los cirujanos les pide a los pacientes que demuestren una motivación seria y una comprensión clara de las instrucciones dietéticas, de ejercicio y de cuidado médico que deben seguir por el resto de su vida después de la intervención quirúrgica

¿La clave para perder peso es modificar la ecuación energética?

La ecuación es muy sencilla. A mayor ingesta de energía que la que se gasta, lo que sobra se acumula como grasas.

El exceso de energía en forma de grasa se almacena en el cuerpo y se guarda como reserva hasta que se necesite para ser quemada de nuevo como energía. Cuando la energía que se gasta durante la actividad física es mayor a la energía presente en la comida que usted se come, se consumen las reservas de grasas y se quema el exceso de éstas para satisfacer las necesidades del cuerpo. Así pues, una menor ingestión de comida o un aumento en la actividad física producirá una reducción de peso.

¿Es eficaz el tratamiento quirúrgico?

La cantidad real de peso que pierde un paciente después de la cirugía depende de varios factores, a saber:

    - La edad.

    - Su peso inicial antes de la cirugía.

    - La condición general de salud del paciente.

    - El tipo de cirugía.

    - La capacidad del paciente para hacer ejercicio.

    - Su compromiso de mantener instrucciones sobre la dieta y otros cuidados de seguimiento.

    - De las patologías asociadas.

    - La motivación del paciente y la cooperación de su familia.

En general, se define como éxito una cirugía cuando logra una reducción de un 50% o más del sobrepeso corporal y mantener este nivel por lo menos cinco años.

Los resultados lógicamente pueden variar según cada uno de los diferentes procedimientos, así como también pueden cambiar según cada cirujano. Es importante al tomar la decisión de operarse conocer la experiencia y los índices de resultados del cirujano elegido.

Los resultados de los diferentes procedimientos han sido publicados profusamente.

  • La mayoría de los estudios concluyen que los pacientes pierden peso rápidamente y continúan haciéndolo hasta entre 18 y 24 meses después del procedimiento.
  • En los seis primeros meses los pacientes pueden perder entre 30% y 50% de su exceso de peso y en algunos casos superar el 70% del exceso de peso a los 12 meses después de la cirugía.
  • Seguimientos más alejados han demostrado que los pacientes pueden mantener una reducción del sobrepeso del 50% al 60% entre los 10 y los 14 años posteriores a la cirugía.
  • Los pacientes con IMC iniciales más altos tienden a perder más peso en general.
  • Los pacientes con IMC iniciales más bajos pierden un porcentaje mayor de su sobrepeso y probablemente se aproximen más a su peso corporal ideal.
  • Los pacientes con diabetes tipo 2 tienen una menor reducción global de sobrepeso que los pacientes que no padecen esta enfermedad.

Se ha encontrado que la cirugía es eficaz en el mejoramiento y control de muchas condiciones de salud relacionadas con la obesidad. Un estudio de 500 pacientes realizado en el año 2000 mostró que 96% de ciertas condiciones de salud asociadas, como apnea de sueño, lumbago, hipertensión sanguínea, diabetes y depresión mejoraron o se resolvieron. Por ejemplo, muchos pacientes con diabetes tipo 2, aunque mostraron una menor reducción global de sobrepeso, resolvieron de modo excelente su condición diabética, al punto que muchos de ellos dejaron los fármacos.

El tracto gastrointestinal

Para entender mejor cómo funciona el tratamiento quirúrgico de la obesidad, es importante entender cómo opera el tracto gastrointestinal. A medida que el alimento que usted consume va avanzando a través del tubo digestivo, en ciertas fases específicas entran a actuar varios jugos digestivos y enzimas que permiten la absorción de los nutrientes. Al material alimenticio que no es absorbido se le prepara para ser eliminado. A continuación se presenta una descripción más detallada del mismo, para ayudarle a entender mejor cómo funciona el tratamiento quirúrgico de la obesidad.

    1. El esófago es un tubo muscular largo a través del cual pasan los alimentos de la boca del estómago.

    2. El abdomen contiene todos los órganos digestivos.

    3. El estómago, localizado en la parte superior del abdomen, normalmente sostiene apenas un poco más de 1500 ml de alimento correspondiente a una sola comida. Aquí el alimento se mezcla con ácido, que se segrega para ayudar a la digestión. En el estómago se le agregan a los alimentos ingeridos otros ácidos y jugos digestivos, que facilitan la descomposición de proteínas complejas, grasas y carbohidratos en unidades pequeñas y más fácilmente absorbibles.

    4. El cardias, una válvula proveniente del esófago y situada a la entrada del estómago, permite que ingrese el alimento e impide que la comida impregnada de ácidos sufra un “reflujo” de regreso al esófago, que causaría lesiones y dolores.

    5. El píloro es un músculo pequeño y  redondo, localizado en el orificio de salida del estómago y a la entrada al duodeno (la primera sección del intestino delgado). El píloro cierra el orificio de salida del estómago mientras la comida se está digiriendo, para convertirlo en una forma más pequeña y más fácilmente absorbible. Cuando la comida se digiere adecuadamente, el píloro se abre y permite que el contenido del estómago siga su paso al duodeno.

    6. El intestino delgado tiene una longitud aproximada de entre  4,5 a 6 metros; es allí donde tiene lugar la mayor parte de la absorción de los nutrientes de los alimentos. El intestino delgado se compone de tres secciones: el duodeno, el yeyuno y el íleón.

    7. El duodeno es la primera sección del intestino delgado; donde el alimento se mezcla con la bilis que produce el hígado y con otros jugos del páncreas. Aquí es donde se absorbe gran parte del hierro y del calcio.

    8. El yeyuno constituye la parte media del intestino delgado, y se extiende desde el duodeno hasta el íleón; es el responsable de la digestión.

    9. El ileón, en el último segmento del intestino, es donde se absorben las vitaminas A, D, E y K, solubles en grasas, así como otros nutrientes.

    10. La válvula ileo-cecal separa el intestino delgado del intestino grueso y es de gran tamaño, para impedir que el contenido del colon, impregnado de bacterias, regrese al intestino delgado.

    11. En el intestino grueso se absorben los fluidos sobrantes y se forma una deposición consistente. El colon puede absorber proteína, cuando es necesario.

¿Cómo se baja el sobrepeso con el tratamiento quirúrgico de la obesidad?

Los cirujanos empezaron por primera vez a reconocer el potencial que representaba la reducción de peso por medio quirúrgico, realizando operaciones que implicaban la extirpación de segmentos grandes del estómago y de los intestinos del paciente.

Después del procedimiento quirúrgico, los médicos notaban que, en muchos casos, a los pacientes les era imposible mantener el peso que tenían antes de la cirugía. Luego de realizar estudios más a fondo, los cirujanos pudieron recomendar modificaciones semejantes, pero más seguras, que se podrían utilizar para producir la reducción de peso en pacientes que sufrían de obesidad mórbida.

En la pasada década, estos procedimientos se fueron refinando continuamente con el fin de mejorar los resultados y minimizar los riesgos. Los cirujanos bariátricos de hoy tienen acceso a una cantidad sustancial de información clínica, que les ayuda a determinar qué cirugías deben emplear y las razones para ello.

En la actualidad, se reconocen tres métodos básicos efectivos de cirugía de reducción de peso.

1. Procedimientos restrictivos, que disminuyen la ingesta de alimentos.

2. Procedimientos de mala absorción, que alteran la digestión y causan que el alimento sea mal digerido y se absorba de manera incompleta para así ser eliminado en la materia fecal.

3. Procedimientos mixtos. Es decir, el que reúne la cirugía restrictiva con el método de mala absorción.

 

Procedimientos restrictivos que disminuyen la ingesta de alimentos

La teoría es sencilla: Cuando uno siente que ha comido suficiente, es muy probable que disminuya su sensación de hambre y ya no le apetezca comer más.

El resultado es que quizás coma menos. La cirugía restrictiva de reducción de peso obra reduciendo la cantidad de comida consumida en una misma ocasión. Sin embargo, no interfiere con la absorción normal (o digestión) de la comida. En un procedimiento restrictivo, el cirujano crea una bolsa gástrica más pequeña en la parte superior del estómago.

La bolsa, con una capacidad de aproximadamente 14,2 g  a 28,5 g. (de 15 a 30 ml), está unida al resto del estómago a través de un orificio de salida conocido como “estoma”. Si se cuenta con un paciente colaborador y dócil, la capacidad reducida del estómago, junto con los cambios en su comportamiento, pueden lograr una ingesta sistemáticamente baja de calorías y una reducción de peso también sistemática.

Durante la recuperación, los pacientes deben observar normas estrictas relacionadas con dietas específicas y otras restricciones que les señale el cirujano. Si bien estas normas pueden variar de un cirujano a otro, es importante que el paciente siga sus instrucciones cuidadosamente. Cuando llega el momento de reanudar la comida “normal”, el paciente debe saber adaptarse a una nueva manera de comer. En cada comida, al paciente se le limita a consumir aproximadamente de media a una taza completa de comida antes de sentirse incómodamente saciado.

Los pacientes que experimentan los mejores resultados de un procedimiento restrictivo son aquellos que aprenden a comer despacio y en menores cantidades y que evitan beber demasiados líquidos, especialmente bebidas gaseosas. Si el paciente no cumple estas normas, puede hacer que se ensanchen la bolsa gástrica y el orificio de salida del estómago, o ambas cosas, y con esto, arruinar el objeto de la cirugía.

La efectividad de un procedimiento restrictivo se ve reducida por el consumo continuo de refrigerios o la toma de líquidos altos de alto contenido calórico y de grasas. El hecho de no lograr el nivel esperado de reducción de peso se debe normalmente a que el paciente deja de cumplir las modificaciones dietéticas y conductuales recomendadas, tales como hacer más ejercicio y asistencia regular a reuniones con el grupo de apoyo.

Procedimientos de mala absorción para alterar la digestión

Algunos de los métodos restrictivos tratados anteriormente no siempre han logrado reducción del sobrepeso que anticipaban tanto los cirujanos como los pacientes.

Por esta razón, se desarrollaron procedimientos para alterar la digestión, conocidos como procedimientos de mala absorción, para que obraran junto con los métodos restrictivos. Algunas de estas técnicas implican una derivación del intestino delgado, con el fin de limitar en esta forma la absorción de calorías.

En definitiva, los procedimientos de mala absorción y/o restrictivos han producido un incremento general de la reducción del sobrepeso. Por lo general, el riesgo de complicaciones y efectos colaterales aumentan si se alarga la derivación del intestino delgado. Entre usted y su cirujano deben determinar los riesgos y beneficios que tenga en su vida diaria el tipo de cirugía de reducción de peso que usted escoja.

 

Cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC).

Kg
M
Kg / m2

Rango de pesos adecuados para su talla :

Kg
Kg